Jehová también es un Dios de familia y su bendición está sobre nuestros hijos, «Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos».
Debemos como padres, hijos o hermanos levantarnos en la brecha por nuestra familia y declarar sus promesas sobre nuestra descendencia. Recordemos lo que le dijo a Abraham, que en su simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
Salmos 91:9-10
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,
No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.
1 Crónicas 17:12
El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente.
1 Crónicas 17:14
sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre.
Mateo 21:13
y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Hechos 7:49
El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?
2 Samuel 7:29
Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.
Salmos 127:1
Cántico gradual; para Salomón. Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.