Jesús estimula el protagonismo de los enfermos, no anula su iniciativa. "¿Quieres sanar?" "Levántate, carga con tu camilla y anda" (Juan 5, 6-8). "¿Qué quieren que yo haga por ustedes?" dice a los ciegos de Jericó (Mateo 20,32). Jesús pone siempre de relieve la fe del enfermo: "Tu fe te ha curado" (Lucas 18,42).
Salmos 103:3
El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
Jeremías 17:14
Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.
Salmos 30:2
Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
Santiago 5:16
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Jeremías 3:22
Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios.
Mateo 12:15
Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,
Mateo 4:23
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mateo 12:22
Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.