Como hijos de Dios tenemos el enorme privilegio de ser guiados por nuestro Padre Celestial, Omnisciente y Todopoderoso quien conoce todos los caminos del hombre y está dispuesto a enseñarnos el mejor camino a seguir.
En el Salmo 32 hay una poderosa promesa: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”. No hay manera de perderse si buscamos la voluntad de Dios en cada encrucijada de la vida, solo necesitamos discernimiento y dejarnos guiar por el Santo Espíritu de Dios en cualquier decisión que tengamos que tomar en la vida.
1 Tesalonicenses 5:18
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Romanos 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Lucas 22:42
diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
1 Tesalonicenses 4:3
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Juan 7:17
El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.